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La discoteca Jet Set empezó la celebración de sus 45 años de diversión en la capital dominicana y hasta la madrugada del pasado martes recibió a dos de sus figuras más tradicionales: los merengueros Fernando Villalona y Toño Rosario.
La primera de la serie de fiestas de celebración estuvo encabezada por Grecia López, quien en 1973 abrió las puertas de una nueva casa para los artistas dominicanos.
Doña Grecia recibió durante la fiesta de Villalona y Toño una placa de reconocimiento por los 45 años de continua actividad, en un acto en el que estuvo el alcalde del Distrito Nacional, David Collado.
El nieto de Grecia, Ricardo Espaillat, le entregó el reconocimiento, junto a su padre Antonio Espaillat y otros familiares.
“El Jet Set es mi vida, mientras me sienta con ánimo vendré aquí, aunque sea con un bastón porque es como mi casa y me gusta dar amor a las personas que vienen porque eso recibo”, manifestó doña Grecia.
Hace 45 años Jet Set era restaurante-discoteca y recibía a las personas que iban saliendo de los trabajos, en los tiempos en que una botella de ron costaba 8 pesos y a la 1:00 de la mañana había que cerrar, recuerda Grecia López.
Con los años Fernando Villalona se convirtió en el símbolo artístico de Jet Set y sus lunes se convirtieron en una sensación esperada cada semana.
También Johnny Ventura, Jochy Hernández y el Conjunto Quisqueya fueron de los primeros habitantes musicales de esta casa familiar.
Varias generaciones de dominicanos han crecido asistiendo a Jet Set, que también vio crecer a los hijos de doña Grecia, como Antonio Espaillat.
Antonio, quien acompaña a su madre y su hermana Giselle en los afanes cotidianos del negocio, al igual que como lo hacía cuando pequeño, comenzó a inyectar sangre nueva formalmente a la discoteca cuando apenas tenía 22 años y estaba recién graduado en administración de empresa.
El empresario sostiene que desde muy temprana edad comprendió que él tenía que tomar las riendas algún día, porque es el único varón en una familia de cuatro mujeres.
No obstante, aclara que sus hermanas Maribel, Belkis, Giselle, Evelin y su madre están constantemente pendientes del negocio y le dan ese toque familiar que los ha mantenido en la preferencia de los capitaleños.
Uno de los elementos claves para mantenerse por 45 años en el mercado de las discotecas, señala Espaillat, es la sana diversión, la seguridad y el mantenimiento moderno de la ambientación y el renovado mobiliario, así como la música actual y la atención al cliente. continua leyendo…
