El mando militar ordenó la salida de soldados a las calles de La Paz y otros ciudades de Bolivia para repeler a “grupos vandálicos violentos que causan terror en la población”, anunció el lunes en la noche el general William Kalimán, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.
Los jefes militares y policiales aprobaron un plan conjunto ante la arremetida de grupos violentos que marchaban hacia la plaza de armas, donde está la casa presidencial, y a su paso quemaban y atacaban comercios un día después de la renuncia del presidente Evo Morales, que ha sumido a Bolivia en mayor caos. Kalimán dijo que la policía fue rebasada, por lo que la Constitución les faculta a reforzar las tareas de seguridad interna. El comandante de la Policía, Yuri Calderón, señaló antes que los grupos violentos saquearon y quemaron unidades policiales en La Paz, en la vecina El Alto y en otras ciudades.
Tras el anuncio, se escuchó sobrevolar aviones militares sobre La Paz. Poco antes, la presidenta del Senado, Janine Añez, demandó en un mensaje difundido por televisoras ayuda urgente a las Fuerzas Armadas para coadyuvar a la policía a restablecer el orden.
Los vecinos organizaban grupos de autodefensa y armaban barricadas en las bocacalles y en las avenidas para contener la arremetida. La ciudad estaba casi desierta con escasa gente caminando.