emparentados con mangostas y hienas).
En algunos casos, incluso se encontró material genético del virus del SRAS-CoV-2 y de estos animales en los mismos hisopos.
Muchas de las especies animales clave habían sido eliminadas antes de que llegaran los equipos chinos de investigación, según refleja el artículo publicado en Cell, por lo que no existen pruebas directas de que los animales estuvieran infectados.
Se trata del mismo tipo de animales que facilitaron la propagación del coronavirus del SRAS a los humanos en 2002, mantienen los investigadores, que han alertado de que esto es lo más arriesgado que se puede hacer: «coger animales salvajes repletos de virus y luego jugar con fuego poniéndolos en contacto con seres humanos que viven en el corazón de las grandes ciudades, cuya densidad de población facilita el arraigo de estos virus».
Amenazas para la seguridad y la salud mundial
El nuevo estudio encontró una breve lista de especies animales del mercado de animales silvestres encontradas en las muestras virales o cerca de ellas que podrían representar los hospedadores intermediarios más probables del SARS-CoV-2.
Figuran ahí el «perro mapache común», una especie susceptible al SARS-CoV-2 y que portó el SARS-CoV en 2003, y que resultó ser el animal genéticamente más abundante en las muestras de los puestos de animales salvajes del mercado.
En un puesto también se encontró material genético del coronavirus en «civetas de palma», que también se asociaron con el brote anterior de SARS-CoV; y en otras especies, como la «rata de bambú» y los puercoespines malayos, también se hallaron en muestras positivas para el SARS-CoV-2, además de en «multitud de otras especies».
Los investigadores han subrayado la importancia de comprender los orígenes de la pandemia de Covid-19, sobre todo a la luz de otras propagaciones recientes, como la del virus de la gripe aviar en el ganado en Estados Unidos.
Y han incidido en que ha habido mucha desinformación sobre dónde se originó el SARS-CoV-2, y en que desvelar ese origen es muy importante porque afecta a la seguridad y a la salud pública en todo el mundo.
Los investigadores han advertido que, desde que empezó la pandemia hace más de cuatro años, aunque se ha prestado más atención a la seguridad en los laboratorios, «no se ha hecho mucho para disminuir la posibilidad de que vuelva a producirse un escenario zoonótico como éste».
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