Cada primer miércoles de mayo, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial de la Salud Mental Materna, una fecha que busca crear conciencia sobre los desafíos emocionales que enfrentan millones de mujeres durante el embarazo, el parto y el posparto. Este año, la efeméride cobra aún más relevancia en medio de un contexto global que reconoce la urgencia de priorizar el bienestar psicológico en todas las etapas de la maternidad.
Se estima que una de cada cinco mujeres experimenta trastornos de salud mental durante el embarazo o después del parto, incluyendo depresión posparto, ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo, trastornos de estrés postraumático e incluso psicosis posparto. A pesar de su frecuencia, muchas de estas condiciones siguen siendo subdiagnosticadas y estigmatizadas, especialmente en países con escaso acceso a servicios de salud mental.
“El bienestar de una madre influye directamente en el desarrollo emocional, físico y social de sus hijos”, explican expertos en salud perinatal. “Ignorar estos trastornos no solo pone en riesgo a las madres, sino también a toda la estructura familiar.”
Organizaciones internacionales, profesionales de la salud y colectivos de madres impulsan campañas para promover el acceso equitativo a servicios psicológicos, formación para personal médico, y el fomento de redes de apoyo en comunidades y entornos laborales. Este día también sirve para alzar la voz contra los mitos que rodean la maternidad, como la idea de que una madre «naturalmente» debe sentirse feliz todo el tiempo.
Este 6 de mayo, los llamados a la acción incluyen hablar abiertamente sobre la salud mental materna, exigir políticas públicas sensibles al género, y recordar que cuidar de las madres también es cuidar de la sociedad.
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