El Bronx, Nueva York – A dos meses del incendio que arrasó con el edificio ubicado en el 2910 de la avenida Wallace, decenas de inquilinos aún no han encontrado una vivienda permanente y enfrentan enormes dificultades para reconstruir sus vidas.
«Es una pesadilla, van dos meses… he llorado mucho», expresó Paul Torres, uno de los damnificados, quien vivió en el edificio durante 45 años cuidando a su madre. Su testimonio refleja el sufrimiento y la incertidumbre de muchas familias que todavía buscan una solución habitacional.
Los afectados denuncian que la asistencia no ha sido suficiente. «Estamos olvidados, no nos ayudan lo suficiente. Si usted no tiene un ingreso sumamente bajo, no le hablan de un voucher», afirmó Nashali Suárez, otra damnificada. La falta de acceso a subsidios de vivienda ha sido una barrera para muchas familias que buscan estabilidad.
La activista comunitaria Irene Estrada criticó la respuesta gubernamental: «La Cruz Roja les da cinco días en un hotel… cinco días pasan y los meten en un shelter. La cosa es que si no hay leyes que protegen a la gente, entonces hay un problema».
Uno de los principales retos para las familias alojadas en refugios es la distancia a las escuelas. «Tenemos dos meses ya en este trajín en el shelter y mucha complicación con los niños para traerlos para la escuela», expresó Glenny Ovalle, afectada por el siniestro.
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Situación es recurrente en otros incendios en El Bronx
Por su parte, la presidenta del Comité de Vivienda del Consejo Municipal, Pierina Sánchez, reconoció que esta situación es recurrente en otros incendios de la ciudad y enfatizó la necesidad de soluciones estructurales. «Nosotros tenemos un proyecto de ley, el 1063, que está tratando de darle poder a las agencias de la ciudad de Nueva York para, mediante un proceso de corte, quitarles los edificios a los dueños irresponsables. Es el proyecto más importante que tenemos ahora mismo en el Consejo Municipal», explicó.
Si bien algunas familias han logrado encontrar un nuevo hogar con la ayuda de sus caseros, el impacto emocional del desastre sigue latente. «Físicamente, estamos bien, pero emocionalmente no es fácil… y gracias a Dios estamos vivos, que es lo más importante», concluyó Mary Paulino, residente de El Bronx.
El drama de estos inquilinos pone en evidencia la necesidad de políticas más eficientes para garantizar el acceso a una vivienda digna en situaciones de emergencia.
Reporte de Ricardo Villarini, Noticiero 47 Telemundo
CDN