Christian Nodal ofreció una exitosa presentación en Texcoco, Estado de México, donde el recinto se llenó hasta el tope. La noche prometía ser inolvidable por el repertorio del sonorense, pero quien terminó llevándose los reflectores —para bien o para mal— fue su esposa, Ángela Aguilar.
Desde su llegada, la cantante del regional mexicano fue captada en un estado particularmente eufórico. Con un vaso de vidrio en mano —a diferencia del resto del público, que portaba vasos plásticos—, copas de tequila Don Julio iban y venían, mientras Ángela fumaba sin cesar entre cigarros y vapeadores. Todo esto, frente a los ojos atentos de decenas de asistentes… y las cámaras de Kadri Paparazzi.
“No soltaba la copa ni el cigarro”: lo que se dijo en redes
El show de Nodal comenzó y con él, la efusiva participación de Ángela Aguilar. Pero no sobre el escenario, sino desde el público. Según los reportes, no paraba de levantarse, gritar, brincar y llamar la atención, como si el palenque le perteneciera. Algunos comunicadores que cubrían el evento mencionaron que pese a pedir “una tregua” al hate hacia Ángela, su comportamiento dificultaba defenderla.
“Apagaba un cigarro con otro, tomaba sin parar, y no dejaba de presumir sus nuevas extensiones XL», comentaron testigos del evento.
La artista, usualmente reservada en escenarios ajenos, fue acusada por usuarios en redes de “querer robarse el show” de su esposo y actuar de forma poco prudente. La frase “mala copa” se repitió una y otra vez en comentarios virales, acompañada de fuertes críticas hacia su supuesto desenfreno.
Este comportamiento desató una ola de memes, bromas y comentarios mordaces en redes:
“Ni la amiga la aguanta por mala copa”,
“La niña de Pepe salió fiestera”,
“Esa es la verdadera Ángela, no la mosca muerta que aparenta”,
“¿Y así juzgan a Cazzu por sus tatuajes?”,
“Ángela es la Panini 2.0”.
¿Un simple desliz o la verdadera personalidad de Ángela?
La controversia ha reabierto el debate sobre la figura pública de Ángela Aguilar. Durante años, ha cultivado una imagen de joven tradicional, educada bajo la estricta crianza de la dinastía Aguilar. Sin embargo, este tipo de apariciones parecen contradecir esa narrativa.
Si bien no hay pruebas de que haya cometido ninguna falta legal, el juicio público ha sido severo. Para muchos, Ángela simplemente fue una joven celebrando con su pareja. Para otros, fue una figura pública que cruzó los límites del respeto en un evento ajeno.
¿Escándalo innecesario o reflejo de autenticidad?
Ángela Aguilar, una de las figuras más jóvenes y prominentes del regional mexicano, nuevamente se encuentra en el centro de la polémica. Aunque la noche estaba destinada a brillar por el talento de Nodal, fue su esposa quien acaparó la atención, para bien o para mal.
La discusión sigue abierta: ¿se trató de un momento de diversión malinterpretado o una señal de que la imagen pública de Ángela está comenzando a fracturarse?
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