LA HABANA.- Miguel Díaz-Canel era el candidato a ser el próximo presidente de Cuba desde 2013, cuando Raúl Castro nombró al lacónico exfuncionario provincial para el importante cargo de primer vicepresidente y lo presentó diciendo que “no es un novato ni un improvisado”, un gran elogio en un sistema dedicado sobre todo a su continuidad.
Castro no dijo nada sobre cómo un joven civil ajeno a su familia podría liderar la nación socialista que él y su hermano mayor crearon y controlaron durante casi 60 años. Los exiliados en Miami dijeron que Díaz-Canel será un testaferro para la continuidad del dominio de los Castro.
Los cubanos en la isla especulaban sobre un presidente débil que compartiría el poder con la dirección del Partido Comunista o con la posibilidad de que se cree un nuevo puesto de primer ministro. Pero nadie que sepa qué va a ocurrir se pronunció, y nadie de los que se pronunciaron sabe qué va a ocurrir. mas aqui..