La industria de la construcción en Florida enfrenta una crisis sin precedentes debido a la falta de trabajadores calificados, un problema que derivó en el atraso de varios proyectos, además de provocar un aumento inesperado en los costos de vivienda, en una situación que se agravó por dos factores principales: la jubilación masiva de empleados experimentados y las restricciones migratorias.
De acuerdo con información revelada por Univisión, por cada tres trabajadores que se retiran, solo uno es reemplazado, lo que deja vacantes difíciles de cubrir, ya que tampoco hay programas de formación, situación que limita la entrada de nuevas generaciones a la industria.
Aunque en 2024 se implementaron cursos gratuitos para inmigrantes interesados en trabajar en el sector, para 2025 el panorama es mucho más complicado debido a las nuevas regulaciones migratorias que impiden poder llenar las vacantes en el ramo, las cuales eran llenadas con inmigrantes que poseían experiencia previa.
Impacto impensado
Históricamente, la construcción en Florida solía depender en gran medida de la mano de obra inmigrante, que representa el 38 por ciento del total en el estado, por encima del promedio nacional del 31%, sin embargo, las recientes políticas implementadas por la administración de Donald Trump provocaron incertidumbre y miedo entre los trabajadores extranjeros.
El endurecimiento de las leyes migratorias y el aumento de operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) hizo que muchos inmigrantes se fueran a estados con regulaciones más flexibles, además de tener que abandonar el sector por temor a ser detenidos.
Mano de obra escasa y materiales caros
A la escasez de mano de obra se suma otro desafío: el incremento en el costo de los materiales de construcción. La decisión de la administración Trump de mantener un arancel del 25 por ciento a productos importados de México, China y Canadá generó un impacto directo en los precios del acero, la madera y el cemento.
Como resultado, los costos de construcción aumentaron considerablemente, lo que se traduce en viviendas más caras y menos accesibles para las familias en Florida. Empresarios del sector advierten que, si la situación no mejora, la crisis habitacional en el estado podría empeorar significativamente.
La Asociación de Constructores de Florida estima que para 2025 se necesitarán al menos 439 mil nuevos trabajadores para cubrir la demanda y evitar retrasos en los proyectos. Ante este panorama, las constructoras ya exploran soluciones como la automatización de procesos y la implementación de programas de capacitación.
No obstante, expertos advierten que estas medidas podrían no ser suficientes si no se adoptan políticas migratorias más flexibles y se incentiva la formación de nuevos trabajadores. De lo contrario, la crisis en la construcción tendrá un mayor impacto negativo en el desarrollo económico del estado y el acceso a la vivienda para miles de familias.
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