Lamonte McIntyre tenía 17 años cuando el 15 de abril de 1994 lo encerraron en una prisión para menores en Kansas City acusado de un doble asesinato que nunca cometió; este viernes fue finalmente puesto en libertad tras 23 años entre rejas, mismo tiempo sin abrazar a su madre, con quien se fundió en un abrazo nada más salir de la cárcel.
McIntyre fue originalmente condenado por el testimonio falso de dos testigos que luego se retractaron. Los acusadores no presentaron ninguna evidencia física o motivo que uniera a McIntyre con el doble homicidio, por lo que un nuevo fiscal ha declarado ahora que existe una “injusticia manifiesta”, según un comunicado .(Leer Mas)