En un mundo dominado por la industria tradicional del cine para adultos, donde predominan estereotipos y una mirada centrada en el placer masculino, la cineasta sueca Erika Lust ha construido un espacio diferente que busca transformar radicalmente el género.
Desde su productora en Barcelona, Lust impulsa un porno ético y feminista que pone en el centro el consentimiento, la diversidad y la autenticidad sexual.
Su propuesta se aleja de los clichés y la frialdad de las producciones convencionales para mostrar escenas donde mujeres y personas queer exploran sus deseos con libertad, respeto y conexión emocional.
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