Durante años, Twitter ha luchado para intentar captar cada vez más anunciantes. Pese a ello, este miércoles, decidió voluntariamente prescindir de algunos de ellos.
A partir del próximo 22 de noviembre, la red social ya no difundirá más publicidad política en ninguna parte del mundo.
«Aunque la publicidad en internet es increíblemente poderosa y muy efectiva para los anunciantes comerciales, ese poder trae consigo riesgos significativos en la política», dijo en un tuit Jack Dorsey, cofundador y presidente de la empresa.
Los detalles de cómo funcionará la prohibición serán divulgados el próximo 15 de noviembre. Por lo pronto, se sabe que la medida no afectará aquellos anuncios destinados a estimular a los ciudadanos a inscribirse en el registro de electores.
Dorsey anunció la medida en un momento muy particular, cuando Estados Unidos está a punto de entrar de lleno en la campaña para las elecciones presidenciales de 2020 y cuando, de hecho, el Partido Demócrata se encuentra plenamente imbuido en el proceso para escoger al candidato que intentará arrebatarle la presidencia al republicano Donald Trump.