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Por lo regular, quien tiene dolor en una de las piernas lo asocia con una ciática, pero no siempre esto indica que sea así, explica el cirujano de columna, Iohan Fernández, del Hospital General Plaza de la Salud. Por ejemplo, para un galeno es importante diferenciar la ciática de la ciatalgia para poder hacer el diagnostico e indicar el tratamiento adecuado al paciente, ya que son dos males que se suelen confundir, manifiesta el especialista.
“La ciatalgia es cuando se tiene una hernia que roza uno de los nervios que van hasta la pierna, provocando un dolor en la parte anterior de la extremidad que no pasa de la rodilla; mientras que el dolor ciático ocurre cuando una hernia, ubicada en el nervio ciático, desencadena una dolencia que afecta toda la parte posterior o lateral de la pierna hasta el hallux (dedo gordo del pie). Es por ello, que para diferenciar una de otra, es necesario saber la altura en la que se encuentra la hernia en la columna, resalta Fernández.
“Pero no necesariamente por una hernia se produce una ciática. También cuando un disco (una de las almohadillas que separan las vértebras de la columna vertebral) está degenerado, ocasiona inflamación, lo que puede afectar el nervio ciático”, indica el galeno.
Fernández destaca que el nervio puede verse afectado de manera mecánica (por compresiones de hernias) o química (por procesos inflamatorios).
Afectación
La población más propensa a sufrir esta afección se encuentra entre los 30 y 60 años, menciona el especialista. “Por debajo de los 20 años es muy difícil que se tenga un problema de este tipo, porque el disco intervetebral en la adolescencia es muy grueso, lo que lo proteje de romperse, sin embargo, a medida que pasen los años se volverá más fino”, aclara.
Para el diagnóstico, Fernández sostiene que al paciente se le somete a un análisis clínico en donde manifiesta los diversos síntomas que el médico sabrá valorar e interpretar, luego a la prueba de Lasègue (examen físico para determinar si el paciente tiene una hernia discal), por último, a una resonancia magnética.
Aunque el cuerpo, por sí solo, tiene la capacidad de mejorar ante este tipo de condición médica, cuando no lo hace, el nervio podría dañarse, y desencadenar en el afectado, atrofia, pérdida de la fuerza en las extremidades y tener una marcha con muchísima dificultad. “No va a perder sus piernas, en cambio perderá sus funciones parcialmente”, dice.
Para prevenir la ciática es necesario evitar adoptar malas posturas, así como agacharse doblando la espalda, entre otros.
