La fatiga mental puede disparar el cortisol, sustancia que se libera como respuesta al estrés, pudiendo provocar la pérdida de memoria
Vivimos en una sociedad cada vez más competitiva, donde el foco está centrado en llenar objetivos laborales y de estudios más que en formar familia y vivir en armonía y saludables.
Se ven personas con trabajos y estudios de manera paralela que, además, son triatletas, corredores, deportistas… y cada vez tienen menos tiempo para estar con su familia o su pareja. Igualmente, los hijos llevan un ritmo de vida apresurado para sus cortas edades: en la mañana colegio, en las tardes tutorías o la práctica de algún deporte.
Cada una de esas actividades se desarrolla en escenarios altamente competitivos que, por ende, exigen cada vez más de nuestro tiempo y de nuestro poder adquisitivo. Entonces, hay que formarse mejor y trabajar más para suplir esas diversas demandas.
Todo ello suena bien si no fuera en detrimento de la salud y de la relación familiar. Una institución, la familia, cada vez más amenazada. continua leyendo..